Nació en 1927 en León. A los nueve años sufrió un trágico accidente mientras jugaba en la estación ferroviaria de dicha localidad. Durante toda la vida arrastro las secuelas de este incidente, viéndose obligado a usar muletas desde su juventud. En 1942 su familia se traslada a la San Sebastián de la posguerra.
Aunque Amable Arias acudiera en su juventud a algunas clases de dibujo, en la academia de Ascensio Martiarena, hay que considerarlo como un autor autodidacta.
Los paisajes del Bierzo fueron la inspiración de sus primeros oleos.
Desde sus primeras exposiciones, fue un pintor provocador y polémico.
A partir de 1967 se dedicó a la llamada 'pintura del átomo', en el que descompone la materia mediante pequeños toques, dando gran presencia al vacío. Mezclará lo abstracto y lo figurativo, la pintura y la escritura, la obra grafica y el sonido.
Murió en San Sebastián en 1984.